sábado, 9 de abril de 2011

ELLA


Escribir acerca de ella es describirla en estructuras gramaticales. Cuantas comas tiene, cuantos puntos y apartes han perturbado la linealidad de su existencia y cuantos paréntesis usa para explicarse sin que nadie se pierda en su lectura.

Muchas veces esas personas que decidimos plasmar en palabras concretas, al deshacernos de su cuerpo, su voz y su mundo, parecieran ser todo un poema.

Hace tiempo que ella está en mi vida.

Ella me lleva de un lado a otro con sus palabras. Es indescriptible la sensación de vivir sus sentimientos en cada una de las letras que deja correr por sus dedos. Es que pareciera que ella tuviese los ojos en los dedos porque cuando llora con palabras escritas, se siente como si dejara salir un llanto sin solución. Ese tipo de llantos que al escuchar no puedes evitar acompañarlo y que por más que quieras callarlo, termina transformándose en una necesidad de tu alma.

Ella sueña y lo hace como nadie. A veces me gustaría tener esa fuerza de poder soñar que ella tiene.

Ella es capaz de transformarte en su fiel admirador por tan solo mostrarte el amor hacia sus musas. Tanto las ama que pareciera hacerles el amor cada vez que escribe.

Puedo imaginarla acariciando y amando a sus musas mientras permite que la desnuden completamente. Sus musas la despejan de su forma física y la transforman en un sentimiento más allá de lo escrito.

Ella vive su vida. Ella es ahora. Ella es.

La seguiré amando mientras siga siendo y una vez que no sea la recordaré.

Ella.

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